
Al escribir en este espacio tengo la misma sensación que sentía cuando, de niño, empezaba una nueva libreta. Inmaculada. Totalmente en blanco. Siempre me hacía el firme propósito de ir llenándola procurando no emborronarla, cuidando la caligrafía, limando los márgenes y que, en ella, no apareciesen aquellos típicos tachones provocados por la tinta de unos bolígrafos "bic" demasiado frágiles para el acoso de nuestros dientes. Al cabo de unas semanas, el propósito se había quedado en eso. A lo sumo llegaba hasta la mitad de la libreta. No recuerdo haber superado ese límite y, lo que es peor, las páginas aparecían llenas de líneas que ni respetaban la horizontalidad, ni las barreras que imponían los márgenes. Tal vez por eso, nunca me dieron una medalla a la pulcritud en el Instituto y yo, presa de una incipiente frustración infantil, acostumbraba a sustituirlas por las manchas azules -en la adolescencia me cambié al negro- que, quisiera o no, adornaban invariablemente mis cuadernos.
Ahora me encuentro igual. O casi. He ganado en limpieza, eso si. Los márgenes, por la magia del software, aparecen definidos y, aunque lo desee, no podría romperlos. También las líneas aparecen horizontales y sin borrones. Hay una coherencia estética y, las reglas de las formas, están claras. Pero ¿y el fondo?. La pregunta que me hago es si esta libreta llegará a su fin. Ahí si que no me he movido un ápice pero, a diferencia de lo que me sucedía cuando niño o adulto, puedo justificar la obra inacabada en la falta de tiempo y el mucho trabajo. Antes solo cabía atribuirlo a la pereza y a la falta de imaginación, ambos imperdonables en edades tempranas. Y no me he olvidado del "propósito". La meta está en trescientos sesenta y cinco días. Un año. Cuatro estaciones que conforman todo un ciclo. Si no llego al final, siempre me quedará el consuelo que, al menos la libreta no estará manchada.
10 comentarios
Para Ali40x20, la ternura de la madurez -
Ali40x20 -
Las fui ojeando, al principio de forma superficial, poco me aportaban ya. Pero en el ejercicio me fui entusiasmando y las llegué a repasar, página a página, todas ellas.
Lo mejor de esas libretas eran los tachones de tinta, las notas escritas al margen, las últimas páginas escritas al revés, como si de otro capítulo se trataran; las telarañas que se fueron tejiendo prendidas en algunas de esas manchas de tinta, chocolate, sudor y lágrimas.
Ese día, aprendí del regocijo en los errores pasados. Descubrí la sonrisa que nace del pensamiento. Ese día adoré no haber llegado con pulcritud al final del cuaderno.... porque la vida no se escribe en limpio...
Entre líneas -
Polen suavemente -
Siempre de abajo a arriba para abrir camino, de fuera a adentro...
Quien dice la espalda dice cualquier camino.
Pero volvemos a lo de antes, es una clase práctica, asi que....
Entre lineas a la de los lametones -
Al segundo... ¿será tipo demostración "tuperware"?
Polen -
Polen -
Entre líneas -
P.S. También puedes especificarme lo de las prácticas. Es que hoy tengo el día olvidadizo
Polen -
Polen -
práctico: Notable
teórico: Excelente
Etica: matrícula de honor
Y tras este cambio, la presentación es inmejorable.
Así que tras una breve deliberación, y comprobando que has sido un chico muy aplicado, se te concede la Medalla de Honor (al menos en lo que va de curso)